Descripción
EL SACRAMENTO
Es un entorno que por su ubicación en un promontorio goza de unas vistas excepcionales de los alrededores.
Es también un gran “terruño” vitícola por su ubicación, en el límite de una rotura geológica, y por su suelo capaz de regular la alimentación hídrica del sistema radicular del viñedo.
El suelo de El Sacramento es limoso arcilloso arenoso en superficie y arenoso limoso arcilloso en profundidad. Tiene abundante materia orgánica y calcárea. Desde el punto de vista mineral su composición es perfectamente equilibrada.
La magia del “terruño” ocurre y el vino es su expresión única.
El viñedo actual ha sido plantado en vaso con cepas de Tempranillo en 1986.
RIOJA
La Rioja goza de un clima favorable para la elaboración de vinos finos y de una variedad de terruños que les proporciona complejidad. El Sacramento, por su ubicación idónea, ofrece el equilibrio necesario para elaborar un gran vino, al que se le dedica un trabajo esmerado.
FAMILIA
Viñas Leizaola adquirió la propiedad de El Sacramento en marzo de 2011. Leizaola, oriundo de Gipuzkoa en el norte del País Vasco, es el apellido de la familia materna del actual propietario: Etienne Cordonnier, quien, con este proyecto, ambiciona volver a sus raíces familiares, así como proponer un vino que refleje la educación vinícola profesional de la familia Cordonnier, que lleva trabajando desde hace tres generaciones como agente, en el mercado belga de numerosos vinos de categoría mundial.
ELABORACIÓN
El cuidado del viñedo se hace siguiendo un método que combina el análisis de los suelos y subsuelos, de los limbos al principio de la brotación y de las bayas durante el envero. El tratamiento específico de cada parcela permite armonizar los equilibrios
Jesús Velilla, quién procede de una familia de viticultores de Lapuebla de Labarca, se encarga de las labores vitícolas hasta la vendimia en cajas. La elaboración del vino se hace en una bodega alquilada para estos menesteres, en cubas de tamaño pequeño que se adaptan a la gestión individualizada de las distintas parcelas de la viña.
Después del despalillado, se lleva a cabo la fermentación alcohólica controlando la temperatura hasta alcanzar los 28°, haciendo remontados diarios y varios “délestages” al final del ciclo. A continuación, se vierte el vino en barricas de roble francés, donde realiza la fermentación maloláctica y su crianza, con trasiegas manuales de barrica a barrica mediante el falsete.
Vendimia en cajas de 12kg con selección manual de racimo y posterior selección por
vibración grano a grano. Vinificación por parcelas.
Fermentación maloláctica en barricas,
y crianza durante 17 meses en roble francés.
Noviembre y diciembre fueron particularmente húmedos, enero fue frío y con niebla. En general, el invierno fue duro y marzo se mantuvo bastante fresco. La brotación vigorosa comenzó en abril, mayo fue veraniego y el crecimiento vegetativo fue robusto porque los suelos aún estaban húmedos. Como resultado, la floración fue temprana, hacia finales de mayo, pero con algo de moho debido a las altas temperaturas.
El viñedo se mantuvo hermoso. Junio fue húmedo, julio muy caluroso con tormentas aisladas y, al igual que la floración, el envero fue temprano. La primera quincena de agosto fue similar a la de julio pero las noches frescas de finales de agosto y principios de septiembre, combinadas con los días soleados hasta la vendimia, ayudaron a lograr una buena madurez y mantener firme la piel de la uva. Por ejemplo, la temperatura fue de 33°C durante el día y 13°C durante la noche del 25 de agosto. Las lluvias menores del 18 de septiembre favorecieron el último tramo de maduración.
La vendimia se prolongó más de lo habitual, del 11 de septiembre al 1 de octubre, porque tuvimos cuidado de vendimiar cada parcela según su propia temporalidad. Inesperadamente, incluso cosechamos los tintos antes que los blancos. El resultado, una añada excepcional por su cuerpo y homogeneidad en todas las diferentes parcelas del viñedo.
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